El pasado 18 de agosto se reunió el Comité para el
ordenamiento territorial y gestión de la Reserva con funcionarios de la
Secretaría de Ambiente y de la CORUFA de la provincia de Entre Ríos; con
funcionarios de la municipalidad de Rosario, de la Comisión Multisectorial
Legado Deliot y del Ente Coordinador del Área Metropolitana de Rosario (ECOM);
con representantes del Colegio de Arquitectos, Distrito II, Observatorio
Rosario y sur de Santa Fe, del Colegio de arquitectos de Victoria; y con representantes
de las ONG Taller Ecologista de Rosario y Taller Flotante de Victoria.
El objetivo de la reunión fue discutir sobre los criterios
que debería contemplar el Ordenamiento Ambiental Territorial para la ocupación
humana en esta área natural protegida.
Los participantes reconocieron la situación especial del
territorio, no solo en cuanto a su designación como área natural protegida sino
también en relación con las amenazas que sufren sus ecosistemas por la
ocupación humana y el desarrollo de actividades productivas y de servicios que no
contemplan esa condición ni se adecuan a su complejidad y dinámica. A lo que
además hay que sumarle el escenario impuesto por el cambio climático y sus
consecuencias para la región.
Se destacó que desde los diferentes niveles del Estado se
están realizando acciones pero que los controles y la presencia en el
territorio son insuficientes. Que aunque existan normas es importante
clarificar pautas y procedimientos. Que la mayoría de las personas no solicitan
los permisos o autorizaciones correspondientes y que en general el Estado
controla o actúa sobre los hechos consumados. En este sentido, también es
necesario tener claridad sobre cuáles son las consecuencias y acciones que
devienen del incumplimiento de las normas.
Se compartieron y discutieron conceptos como: insularidad; presencia
de humedales; inundabilidad (construcción de alteos y terraplenes); uso de las
costas y playas; transparencia hidráulica y movilidad (Ruta 174, accesos y
caminos, uso de vehículos motorizados, transporte público); desarrollo
turístico y recreativo (aumento de la demanda y presión desde la costa de
Rosario); capacidad de carga y crecimiento posible; identidad islera
(intervenciones y construcciones con distintas tipologías y materialidades).
Se hizo énfasis en que no se debe trasladar lo que sucede en
tierra firme, las prácticas y formas de intervención, a la isla. Que es fundamental
hacer educación ambiental, comunicar y difundir acerca de la existencia del
área protegida y la necesidad de conservar sus humedales.
Se propuso preparar un documento con los temas discutidos y evaluar la posibilidad de conformar un grupo para abordarlos y tener propuestas acordadas para la próxima reunión de esta Mesa de trabajo prevista para el 18 de noviembre.
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